8."Sillón Ball"
Menudo fin de semana. Yo que pensaba que no pararía por casa y al final me he pasado todos los días encerradito bajo techo viendo la tele.
Me he dedicado a realizar la mayor pasión de los españoles, “sillón ball”. Consiste estar sentado en la butaca de casa sin moverte, con el mando del televisor en una mano sin parar de hacer zaping y en la otra un bocadillo, cerveza o algún dulce, dependiendo del momento del día en que estés.
El caso es que me he tragado todos los deportes que han echado las televisiones, sin hacer ascos a ninguno, incluso la vela.
Menuda mala suerte tenemos cuando España tiene que organizar algún acto deportivo que depende estrechamente de una situación climatológica determinada. Ha estado todas las vacaciones lloviendo y con fuertes vientos en el litoral levantino y ahora que es cuando tiene que soplar el aire para que unos barcos de última generación puedan estar compitiendo en regatas, pues nada, ni una “chispica” de aire. Aunque igual eso es bueno para el turismo, o eso dirán los entendidos, ahora los que venían a ver una semana de competición, van a estar una de turismo sin parar de comprar y de dar vueltas por esta ciudad modernista que se han montado los valencianos, la llamada “ciudad de las artes y las ciencias”, pero me imagino que podían haberse inventado con tanta ciencia un aparatito para crear viento y poder mover las velas de los barcos, porque sino igual llegamos al verano y todavía van a estar amarrados en el puerto.
Otra de las cosas que he visto ha sido la cara y la cruz del madridismo, pero esta vez al contrario que todo el año, increíblemente los del basket han perdido y los del fútbol han conseguido ganar en su campo, además con un gol colectivo rematado por Van Nistelrooy en la portería de Cañete, que por cierto se le va a salir los ojos de la cara, que horror cuando intenta mostrar esa chulería que le caracteriza por los campos de fútbol.
El caso es que ha acabado el fin de semana con la liga de fútbol apretadísima, el Barça ha perdido y parece haber perdido la fuerza de otros años y el que el otro día era el mejor jugador de fútbol, este domingo se quedó solo en aspirante. Y el Sevilla, menudo equipazo, sabe jugar de manera colectiva los 90 minutos y mientras otros dedicándose a especular con resultados, esto si que es diversión para la vista.
El caso es que queda liga todavía y cualquiera puede ganar, solo el menos malo se alzará con el título.
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