33. Ganamos y para casa
La garra, furia, entrega, sufrimiento o Dios… tuvieron que ser algunas de las razones por las cuales anoche el Pozo golpeó primero en la eliminatoria… y de que manera.
Así da gusto ganar los partidos, con sufrimiento y en los penaltis, y si es el equipo rival de la región, mejor que mejor.
Gracias a televisión española no pudimos verlo en directo, entonces recurrí a la radio y debo reconocer que me puse más nervioso de lo normal, pero sobretodo cuando se adelantaron a falta de cuatro minutos, pero enseguida sacamos la casta… y al portero jugador. Un minuto tardamos en igualar el choque otra vez.
Ponerte la radio y oír la retransmisión de un partido de fútbol sala es mucho más emocionante que escuchar un partido de fútbol del Barça. Los campos son más pequeños y las jugadas más cortas, por lo que se pasan el tiempo de un lado de la pista al otro.
Es bastante emocionante oír que no paran de gritar con cada uno de los disparos a puerta. Luego lo pude ver en diferido por nuestro canal autonómico, y esos tiros que tanto narraban no eran para tanto, pero da igual… el caso es que ganamos.
Ahora nos toca sufrir en nuestras propias carnes y en el campo, allí de cuerpo presente, lo que sufrieron ayer nuestros vecinos del otro lado del puerto, pero esperemos que esta vez el resultado caiga a favor del equipo local y podamos estar hablando el domingo de un resurgido equipo que disputará la final de la liga.
Yo mientras tanto seguiré rezando que por ahora me ha dado buena suerte y es lo único que puedo hacer para que este año por segunda vez se pueda quedar el título liguero en casa.
"Padre nuestro que estás..."
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